jueves, 20 de octubre de 2016

Lograron la primera imagen de una partícula de luz


Un equipo de investigadores polacos han conseguido crear, por primera vez en la historia, el holograma de una partícula individual de luz



Un rayo de sol entra por la ventana e ilumina la habitación. A primera vista no parece algo extraordinario, pero la Mecánica Cuántica nos dice que ese rayo luminoso está formado por trillones y trillones de pequeños «paquetes de luz» individuales, los fotones, moviéndose a 300.000 kilómetros por segundo. Sin embargo, nadie ha conseguido ver un fotón individual, ni saber qué forma tiene, si es que tiene alguna. Es más, podría ser que ni siquiera tenga sentido formularse esas preguntas.





Ahora, un equipo de investigadores polacos han conseguido crear, por primera vez en la historia de la Ciencia, el holograma de una partícula individual de luz. El hito, conseguido gracias a la observación de las interferencias que se producen cuando dos rayos de luz se cruzan, constituye un importante avance hacia la comprensión de la naturaleza íntima de la luz. Los resultados de este trabajo, además, podrían ser importantes para el desarrollo de tecnologías que necesiten comprender qué forma tiene un fotón, como sucede con las telecomunicaciones y los ordenadores cuánticos.



«Llevamos a cabo un experimento relativamente simple para medir y poder ver algo que es increíblemente difícil de observar», explica Radoslaw Chrapkiewicz, físico de la Universidad de Varsovia e investigador principal del estudio que se acaba de publicar en Nature Photonics.

Desde hace cientos de años, los físicos han trabajado muy duro para intentar comprender de qué está hecha la luz. Y en el siglo XIX el debate pareció quedar zanjado gracias a James Clerk Maxwell, que describió la luz como una onda electromagnética. Pero las cosas, en realidad, son bastante más complicadas, y a principios del siglo XX el físico alemán Max Planck, que por aquel entonces era compañero de su compatriota Albert Einstein, demostró que la luz estaba hecha de pequeños «paquetes» invisibles a los que llamó fotones.



Años más tarde, en la década de 1920, el físico austríaco Erwin Schröedinger refinó estas ideas en su famosa ecuación de función de onda cuántica, capaz de predecir con extraordinaria precisión los resultados de experimentos con fotones. Un éxito, sin embargo, que no ha evitado que los físicos sigan preguntándose sobre el verdadero significado y naturaleza de esa función de onda. Ahora, y por primera vez, los investigadores de la Universidad de Varsovia han conseguido representar y medir las formas descritas por la ecuación de Schröedinger en un experimento real.

Los fotones, al desplazarse como ondas, pueden estar en la misma fase. Pero si interactúan, producen una señal brillante. Si por el contrario sus fases se oponen, entonces se anularán los unos a los otros. Es algo parecido a lo que sucede con las ondas sonoras emitidas por dos altavoces y que producen picos de sonido agudos y graves en una habitación.



La imagen obtenida por los científicos, llamada holograma porque lleva información tanto de la forma como de la fase de onda del fotón, fue creada disparando al mismo tiempo dos rayos de luz hacia un divisor de haz (un instrumento óptico que divide un rayo luminoso en dos). El divisor de haz se comporta como si fuera un cruce de carreteras, una intersección que cada fotón puede rodear o cruzar directamente, lo que depende de la forma de sus funciones de onda.



Para cada fotón individual, cualquiera de las dos posibles trayectorias es igualmente probable. Pero cuado dos fotones diferentes se aproximan a la vez a la intersección, ambos interactúan y el resultado varía por completo. De este modo, el equipo se dio cuenta de que si conociera la función de onda de uno de los dos fotones, sería fácil averiguar la forma de la segunda a partir de las posiciones de los destellos que se van produciendo en el detector. Sería algo así como disparar dos balas una contra otra y utilizar después sus trayectorias desviadas por la colisión para averiguar la forma de cada proyectil.



Cada nueva ronda del experimento producía dos destellos en el detector, uno para cada fotón. Y después de más de 2.000 repeticiones, empezó a aparecer un patrón en esos destellos, gracias al que los investigadores pudieron reconstruir la función de onda del segundo fotón.

La forma de la imagen resultante se parece a una cruz de Malta, y es exactamente la que predice la ecuación de función de onda de Schröedinger. En los brazos de la cruz, donde los fotones están en fase, la imagen es más brillante, mientras que las zonas en las que las fases se oponen aparecen más oscuras.



Para Michal Jachura, coautor del estudio, el experimento «nos lleva a estar un paso más cerca de comprender qué es realmente una función de onda», y podría constituir una nueva herramienta para estudiar las interacciones entre fotones, algo de suma utilidad a la hora de desarrollar tecnologías como las telecomunicaciones o la computación cuánticas.

Ahora, los investigadores tratarán de dar un paso más y recrear funciones de onda de objetos cuánticos más complejos, como por ejemplo, átomos completos. «Puede que las aplicaciones reales de la holografía cuántica tarden décadas en aparecer -concluye Konrad Banaszek, otro de los miembros del equipo-. Pero si hay algo de lo que podemos estar seguros es de que serán sorprendentes».



Fuente: abc, España.



martes, 4 de octubre de 2016

Ediciones ARS LUX presente en el 4° Congreso Argentino de Iluminación Escénica



© Vilma Santillán (texto)

En el marco del 4ª Congreso Argentino de Iluminación Escénica el Lic. Mauricio Rinaldi, editor responsable de Ediciones ARS LUX, el sello editorial del Estudio ARS LUX de Buenos Aires, Argentina, presentará el jueves 06 el corpus bibliográfico editado hasta la actualidad y los planes editoriales futuros.

Así mismo, los libros de su autoría (Diseño de Iluminación Teatral, Luminotecnia para las Artes Escénicas y DMX512 para control de iluminación escénica) estarán a la venta y podrán adquirirse a precio promocional.

La cita es en la Ciudad Cultural Konex, Sarmiento 3131, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.


Los esperamos a todos!

sábado, 1 de octubre de 2016

Crean el material más negro que existe

Está fabricado con nanotubos de carbono y es un paso más en la búsqueda del negro absoluto, que comenzó en los años noventa

Científicos británicos han creado un material tan oscuro que, al mirarlo, es como contemplar un agujero negro. El material está fabricado con nanotubos de carbono y es un paso más en la búsqueda del negro absoluto, que comenzó en los años noventa. Absorbe el 99,965 % de la luz (técnicamente, tiene una reflectividad hemisférica total o THR de 0,035 %), un nuevo récord.



Un equipo de científicos británicos ha creado un material tan oscuro que, al mirarlo, es como contemplar un agujero negro. Este material, fabricado con nanotubos de carbono, supone un paso adelante más en los empeños científicos por crear el negro más negro posible, que se remontan a los años noventa.

No espere poder disfrutar de Vantablack, como se llama el material, en la pasarela de ningún desfile de moda; su destino está en los sectores de defensa y astronáutica. Pero al parecer los amantes de la moda no se pierden nada, ya que un traje de Vantablack no sería muy favorecedor, según informa
The Guardian y recoge Cordis: "Si se pusiera un traje de Vantablack, sus manos, piernas, cuello y cabeza parecerían sobresalir de la nada por las mangas, el dobladillo y el cuello de la prenda, mientras que el resto de su cuerpo parecería bidimensional".

¿Qué utilidad tiene entonces este «nuevo negro»? Como informa el diario inglés, absorbe el 99,965 % de la luz (técnicamente, tiene una reflectividad hemisférica total o THR de 0,035 %), un nuevo récord. Otra singularidad de este negro innovador es que puede crecer a temperaturas más bajas que otros materiales similares, incluso 400 grados centígrados. Por tanto, puede crecer sobre materiales más ligeros, como el aluminio, lo que incrementa sus aplicaciones prácticas.
Extremetech.com prevé que este material se utilice para fabricar una amplia gama de armamento y aeronaves "invisibles". La web añade que se utilizará también "en el interior de telescopios y otros dispositivos de imagen, donde la absorción de la radiación parásita puede reducir notablemente la cantidad de interferencias, incrementando así su resolución y alcance efectivo".

Se ofrecen más detalles sobre la composición de Vantablack en
Io9.com: "Está hecho con "nanocabello" de carbono, que es mil veces más fino que el cabello humano medio. Son tubos tan pequeños que la luz no puede penetrar en ellos. Están agrupados de forma tan compacta que la luz que logra introducirse entre ellos no hace sino rebotar sucesivamente hasta ser absorbida".


Supernegro

Ben Jensen, director técnico en jefe de los creadores de Vantablack,
Surrey NanoSystems, describe el material como "supernegro".

En declaraciones a
The Guardian, señala: "Hacemos crecer los tubos como si se tratara de un campo de hierba de carbono. Los tubos se encuentran espaciados entre sí. Cuando una partícula de luz incide sobre el material, penetra entre los tubos, rebota varias veces y es absorbida y convertida en calor. La luz puede entrar, pero no salir".

Aunque uno pliegue o arrugue el material, éste sigue pareciendo totalmente plano. Jensen trató de describir el efecto a
The Independent: "Uno espera ver los relieves [de los pliegues y las arrugas] pero lo único que ve es negrura, como un agujero, como si no hubiera nada. Su aspecto es muy extraño".

Vantablack es fruto de aplicar el proceso de crecimiento de nanotubos de carbono a baja temperatura patentado por Surrey NanoSystems en el marco del programa Space for Growth del UK Technology Strategy Board, en colaboración con el Laboratorio
Nacional de Física del Reino Unido y el departamento ABSL Space Products de Enersys.


Fuente: http://www.tendencias21.net/Crean-el-material-mas-negro-que-existe_a35674.html